Pruebas diagnósticas desde la comodidad de su hogar

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Una de las principales tendencias que han surgido recientemente en la industria del diagnóstico es un cambio hacia las pruebas simples, desde el consultorio médico o el laboratorio hasta el hogar. Si bien las pruebas en el hogar existían antes de la pandemia de COVID-19 (como las pruebas de embarazo, alergia y ADN), las personas ahora se sienten mucho más seguras verificando su estado de salud mediante una caja, desde la comodidad de su hogar. Las personas ya no tienen miedo de darse un pinchazo en el dedo o tomarse una muestra nasal o de saliva. Nuestro deseo de estar “seguros” ha hecho que los kits de pruebas de uso doméstico ocuparan un lugar destacado en la vida familiar de todo el mundo. Nos hemos dado cuenta de la conveniencia de poner las pruebas autoadministradas al alcance de su mano y, lo que es más importante, de la valiosa información sobre su salud que brindaban.

A medida que los consumidores han aumentado su confianza en el autodiagnóstico, los innovadores de la industria han respondido a este cambio. Hay una nueva generación de kits para el hogar en proyecto y en los estantes de las tiendas. Tiene sentido: la demanda está creciendo y la forma en que experimentamos la atención médica se está volviendo más autodirigida. Los kits de diagnóstico en el hogar combinados con visitas médicas telemáticas podrían reinventar las visitas a domicilio, con el potencial de reducir significativamente los costes. Además, el crecimiento previsto del diagnóstico en el hogar es del 5,3 %, más de 6500 millones de USD para 2028, lo que promete ayudar a que los empleos y la economía también se mantengan saludables.

Estetoscopio azul envuelto alrededor de un modelo de casa pequeña sobre fondo blanco

Sin embargo, cada oportunidad conlleva unos desafíos. Un "efecto Covid" decididamente negativo ha sido el asombroso aumento en el volumen de residuos médicos. La Organización Mundial de la Salud informa de decenas de miles de toneladas de residuos relacionados con la COVID-19, incluidos 140 millones de kits de pruebas de COVID-19 que producen 2600 toneladas de residuos plásticos (¡sin contar los desechos generados en el hogar!). Aquí es donde la comunidad de empaquetado puede comenzar a ser creativa.

En este punto, la mayoría de los kits de prueba en el hogar (incluidos los de COVID-19) usan mucho empaquetado. Y eso nos lleva de regreso al lugar donde estábamos antes de que se desatara el infierno: una industria que busca formas de diseñar envases con menos materiales, una comunidad que se esfuerza por encontrar soluciones sostenibles que garanticen la esterilidad, la eficacia, la seguridad del paciente y la comodidad.

A medida que las vacunas y las medidas de protección se afianzan, ¿podemos continuar donde lo dejamos, explorando el equilibrio entre hacer que los kits de prueba sean fáciles de usar en el hogar y optimizar el envase para que sea más sostenible o respetuoso con el medio ambiente?

Ahora que, por suerte, la administración ambiental vuelve a estar sobre la mesa, está claro que hemos progresado, aunque aún queda mucho por hacer.

 

 

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