En un mundo donde la tecnología permite que todo sea inteligente, inalámbrico y en tiempo real, ¿por qué controlar la diabetes debería ser diferente?
Con la evolución de la tecnología de monitorización continua de la glucosa (MCG), los pacientes con diabetes han podido agilizar y simplificar cómo hacen seguimiento y controlan sus niveles de glucosa en sangre. Los sistemas MCG proporcionan lecturas inmediatas del nivel de glucosa y permiten una imagen más completa de las tendencias de la glucosa que los métodos tradicionales. Estos dispositivos pueden mejorar la calidad de vida del usuario y permitir un mejor tratamiento de su estado de salud, brindándole una nueva perspectiva sobre el control de su diabetes.
¿Qué es la monitorización continua de glucosa (MCG)?
La monitorización continua de glucosa es un método que usa tecnología portátil y facilita el seguimiento de la glucosa en sangre o los niveles de azúcar en sangre a lo largo del tiempo. Esta tecnología es particularmente útil para personas con diabetes tipo 1 y tipo 2, ya que les permite controlar los niveles de glucosa durante el día y la noche. Son muy populares tanto en entornos de atención sanitaria clínica como en atención domiciliaria.
Si bien los sistemas MCG no siempre son necesarios para controlar la diabetes, permiten una mejor calidad de vida gracias a su facilidad de uso, monitorización en tiempo real y una menor necesidad de pinchazos en los dedos.
Los sistemas de monitorización continua de glucosa se introdujeron por primera vez a finales de los años 1990 como una alternativa portátil al medidor de glucosa en sangre tradicional. El medidor tradicional requiere que los niveles de glucosa en sangre se controlen periódicamente pinchando el dedo. Sin embargo, sólo permite capturar una pequeña cantidad de datos. Como alternativa, los sistemas de monitorización continua de la glucosa permiten el análisis de tendencias y la recopilación continua de datos durante un período de 24 horas.
¿Cómo funciona?
La monitorización continua de glucosa consiste en un sistema portátil que mide los niveles de glucosa en el cuerpo del paciente. El dispositivo incluye un pequeño sensor que se coloca debajo de la piel, generalmente en el brazo o el abdomen. Este sensor monitoriza continuamente los niveles de glucosa en el líquido intersticial (es decir, el fluido que hay entre las células).
Una vez colocado, el sensor comienza a medir el nivel de glucosa del usuario y envía los datos de forma inalámbrica a un monitor electrónico, teléfono inteligente o tableta. Esto permite al paciente realizar un seguimiento de sus niveles de glucosa en tiempo real, identificar tendencias de glucosa en sangre y autoadministrarse insulina cuando lo necesita.
La insulina es una hormona que ayuda a nuestro cuerpo a regular los niveles de azúcar en sangre. Si un diabético tiene diabetes tipo 1, su cuerpo no produce suficiente hormona insulina. Por el contrario, en la diabetes tipo 2, el cuerpo produce insulina pero no la usa eficazmente. Las fluctuaciones del azúcar en sangre hacen que los diabéticos tengan hiperglucemia (nivel alto de azúcar en sangre) o hipoglucemia (nivel bajo de azúcar en sangre).
La mayoría de dispositivos MCG también incorporan alarmas y alertas personalizables que avisan al usuario cuando los niveles de glucosa se acercan a máximos o mínimos peligrosos. Las personas con diabetes necesitan autoadministrarse insulina con regularidad cuando sus niveles fluctúan para garantizar que el nivel de azúcar en sangre se mantenga dentro de un margen de seguridad.
¿Cuáles son algunas de las ventajas de la monitorización continua de glucosa?
La monitorización continua de glucosa (MCG) puede ser muy beneficiosa a la hora de gestionar la salud y el bienestar de los pacientes con diabetes. A medida que la tecnología evoluciona para hacer que la monitorización de la glucosa sea más fácil y más eficiente para sus usuarios, también aumenta el número de ventajas asociadas con el uso de un dispositivo de monitorización. Algunas de estas ventajas son:
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Información inmediata: los dispositivos MCG pueden ofrecer datos en tiempo real sobre los niveles de glucosa en sangre. Esto permite al usuario realizar un seguimiento de cómo cambian sus niveles a lo largo del día y comprender cómo responde su cuerpo al ejercicio, las comidas y los medicamentos.
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Análisis de tendencias: los dispositivos pueden identificar tendencias y patrones que los pinchazos rutinarios en los dedos pueden pasar por alto, como las fluctuaciones que ocurren durante la noche y entre las comidas.
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Alertas tempranas de hipoglucemia e hiperglucemia: este tipo de monitorización puede alertar a los pacientes sobre cambios rápidos en los niveles de glucosa en sangre. Esto podría ayudar a su vez a prevenir niveles peligrosos de azúcar en sangre asociados con niveles altos y bajos de azúcar en sangre.
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Menor necesidad de pinchazos en los dedos: si bien hay dispositivos MCG que aún requieren una calibración regular recurriendo al clásico pinchazo en los dedos, los dispositivos MCG reducen la frecuencia diaria que antes se necesitaba.
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Control glucémico mejorado: los usuarios pueden tratar con su personal de atención sanitaria para evaluar los datos almacenados en el MCG y ajustar el plan de tratamiento. Esto podría dar como resultado un mejor control glucémico general.
- Mejor calidad de vida: el control automatizado de la glucosa puede ayudar a reducir el estrés y las responsabilidades de cuidado relacionadas con el control de la diabetes para los usuarios, familiares y profesional sanitario, lo que significa una mejor calidad de vida.
Una ventaja adicional que ofrece la monitorización continua de glucosa es que muchos sistemas MCG incorporan tecnologías que permiten interactuar con bombas de insulina. Esto permite que la administración de insulina se ajuste automáticamente en función de las lecturas de glucosa en sangre en tiempo real.
¿Qué papel ha jugado la tecnología en la evolución de los MCG?
Los avances en la tecnología de monitorización continua de la glucosa siguen transformando la gestión de la diabetes. Si bien la monitorización temprana de la glucosa requería en su omento dispositivos grandes, los nuevos desarrollos y la automatización han hecho posible diseñar dispositivos más pequeños y portátiles. Estos nuevos dispositivos incluyen funcionalidades como conectividad inalámbrica a dispositivos inteligentes, sensores avanzados de precisión y datos en tiempo real. Las funcionalidades trabajan conjuntamente para que se puedan enviar alertas si los niveles de glucosa no son los óptimos, lo que permite al usuario evaluar la necesidad de insulina y tomar decisiones dietéticas. También permiten una fácil integración con bombas de insulina, sistemas de circuito cerrado y sistemas de páncreas artificial.
Además, se usan algoritmos complejos para estudiar datos históricos de la MCG y generar gráficos para predecir tendencias futuras del nivel de glucosa. Los datos de glucosa en sangre se muestran en interfaces y aplicaciones fáciles de usar. Esta información se puede compartir más adelante de forma inalámbrica con profesionales sanitarios, cuidadores y familiares.
Hoy en día, los dispositivos de monitorización continua de la glucosa permiten a los pacientes con diabetes disfrutar de un mayor control de su salud. Si bien los dispositivos MCG pueden no ser adecuados para todos, su avanzada tecnología permite que el control de la glucosa sea algo más eficiente y fácil de usar en el ámbito del control de la diabetes. Los datos en tiempo real permiten a los usuarios tomar decisiones bien informadas sobre sus necesidades de tratamiento, lo que resulta en una mejor experiencia general para el paciente. Un mejor control glucémico puede mejorar la calidad de vida de los diabéticos, lo que hace que los dispositivos MCG sean una ventaja tanto para los profesionales sanitarios como para cuidadores y usuarios.
