¡Feliz año nuevo, lectores de PackTalk! He tenido la suerte de empezar nuestro blog de 2024, así que intentaré que sea bueno.
En febrero cumpliré 30 años en empaquetado flexible y se me ha pedido que comparta aquí algo de mi experiencia. La fabricación siempre me ha parecido una excelente opción, siendo los productos sanitarios un claro favorito. Lo que más disfruto de la fabricación es el hecho de que cada día hay un nuevo desafío que afrontar. Es un área donde todos contribuyen como parte de su trabajo diario, pero existe el desafío adicional de identificar y resolver problemas. Como responsable, es maravilloso ver desbloqueado el potencial de mejora y resolución de problemas de alguien.
As I said, the bulk of my career has been in healthcare packaging manufacturing, but I’ve also spent time in both food and specialty packaging. Healthcare is hands-down the best because, while you might not see your products on the grocery store shelf, the potential to make a real difference in someone’s life is unmatched. Los dispositivos médicos, productos farmacéuticos y terapias que empaquetamos mejoran e incluso salvan vidas.
Estoy seguro de que algunas personas piensan que todo proceso de fabricación es igual, pero existen diferencias críticas en el ámbito de la atención sanitaria. Para empezar, dedicamos gran parte de nuestro tiempo a centrarnos en la seguridad del paciente. El nivel de paciencia necesario en la atención sanitaria es diferente, simplemente porque hay más en juego. Cada cambio se evalúa minuciosamente por su impacto potencial en el producto y, en última instancia, en la seguridad del paciente. También lleva más tiempo hacer que los equipos de fabricación sean productivos, ya que es preciso implementar procesos exhaustivos de calificación y gestión de cambios. Por último, los proyectos cuestan más en general porque la mayor parte de nuestra fabricación se realiza dentro de un entorno de sala limpia fuertemente controlado.
Hace poco me pidieron que describiera la fabricación de productos sanitarios en tres palabras, a lo que respondí: trepidante, desafiante y gratificante. Tuve mucha suerte de tener un gran mentor al principio de mi carrera que me ayudó a prosperar en este entorno. Ese es el consejo que les daría a las personas que inician sus carreras en el sector de la fabricación. Busque a alguien que le dé consejos honestos y le desafíe. Por ejemplo, tuve la oportunidad de viajar y dedicar tiempo a varias adquisiciones, lo que me obligó a conocer gente nueva, aprender diferentes procesos y marcar la diferencia en un área fundamental para la empresa. Trabajar duro para conseguir resultados es esencial y debe hacerse de forma colaborativa. Lograr resultados y celebrar esos éxitos con sus colegas es importante para generar confianza.
Para terminar, reto a todos los profesionales de la fabricación a que analicen los problemas y desafíos desde una perspectiva integral. Hay que equilibrar aspectos como seguridad, calidad, entrega, coste y moral de los empleados. Póngase a prueba para lograr victorias en esos aspectos en lugar de conformarse con concesiones. ¡Es un trabajo duro, pero vale la pena!
